Y aquél era el título de una película de profesores en Francia, que estoy intentando terminar de ver hoy. Triste, gris, con barrios en que todo es paro, pobreza, falta de ilusión, luz o perspectivas ...
La verdad es que no es así como veo El Palo. No en absoluto. Pero sí que debo reconocer que la testarudez del protagonista de la película me recuerda al ambiente que muchas veces he encontrado en la sala de profesores, en el Claustro, en la reunión de bilingüismo, o en un desayuno entre clases. De no conformarse y decir "esto es lo que hay", sino tirar para adelante y seguir rebuscando el modo de avanzar con el alumnado. Ante problemas que muchas veces no vienen de los mismos alumnos, pero que lastran las ruedas igualmente.
Porque si hay algo que he descubierto este mes es que precisamente lo más valioso del IES El Palo son sus alumnos y alumnas. A veces SON pasotas, o egoístas, o groseros, o materialistas. Pero no todos ni siempre, sino sólo a veces, y sólo en la medida en que los demás (sus padres, sus hermanos, amigos, televisión, famosos y políticos, futbolistas y cantantes) les enseñan a ser así. Les llevan a ser así. A ver si aprendemos... a enseñarles.
Me hubiera gustado haberme despedido de otro modo de los alumnos, pero en estas fechas es complicado. Además el hecho de dejar esto no me resulta alegre. Pero por lo menos hubiera sido un modo de agradecerles todo lo que ellos me han dado. Y hubiera estado bien como evaluación final de toda la experiencia, como modo de aprovechar una ocasión de aprendizaje y hacerles verbalizar qué cosas de las experimentadas en el aula este mes consideran que les van a ser más útiles. Me va a hacer una ilusión bárbara cuando me cruce con alguno por la calle.
Ya está hecho. Ahora a ponerse a fondo para terminar la Memoria.
Porque si hay algo que he descubierto este mes es que precisamente lo más valioso del IES El Palo son sus alumnos y alumnas. A veces SON pasotas, o egoístas, o groseros, o materialistas. Pero no todos ni siempre, sino sólo a veces, y sólo en la medida en que los demás (sus padres, sus hermanos, amigos, televisión, famosos y políticos, futbolistas y cantantes) les enseñan a ser así. Les llevan a ser así. A ver si aprendemos... a enseñarles.
Me hubiera gustado haberme despedido de otro modo de los alumnos, pero en estas fechas es complicado. Además el hecho de dejar esto no me resulta alegre. Pero por lo menos hubiera sido un modo de agradecerles todo lo que ellos me han dado. Y hubiera estado bien como evaluación final de toda la experiencia, como modo de aprovechar una ocasión de aprendizaje y hacerles verbalizar qué cosas de las experimentadas en el aula este mes consideran que les van a ser más útiles. Me va a hacer una ilusión bárbara cuando me cruce con alguno por la calle.
Ya está hecho. Ahora a ponerse a fondo para terminar la Memoria.
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